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¿Qué es la toxina botulínica?

Hoy quiero comentaros algo sobre los tratamientos con toxina botulínica, los que popularmente se conocen como tratamientos con “Botox”, que es el nombre comercial de uno de los preparados que existe en el mercado, pero que precisamente es de los que no está autorizado en España para su uso en medicina estética.

También conocida esta técnica como microdenervación supraselectiva, haciendo alusión al efecto que se consigue sobre el músculo, en el que queda temporalmente interrumpida su inervación.

Las toxinas botulínicas autorizadas para usar en estética, son “Vistabel”, “Azzalure” y “Bocouture”.

Se utilizan para corregir o atenuar las “arrugas de expresión”, o sea, arrugas provocadas por la movilización de algunos músculos faciales, responsables de nuestros gestos.

Hay cierta tendencia a rechazar estos tratamientos, y pienso que se debe a un uso incorrecto que se ha hecho de ellos. Todos hemos vistos caras inexpresivas o “espantadas”, en general provocadas por un exceso de toxina botulínica, con un resultado poco estético.

Quiero aclarar que para muchos de los profesionales que nos dedicamos a la estética, es un magnífico tratamiento. Es seguro, con apenas efectos secundarios y de resultados altamente satisfactorios para el paciente.

En mi humilde opinión, creo que se debe utilizar en cantidad moderada. No buscando el hacer desaparecer todas las arrugas y sacrificando alguna en pro de un resultado natural. Conformarse con refrescar el rostro y la mirada, sin olvidar también el efecto preventivo que tiene con respecto a la aparición de nuevas arrugas. Es una buena opción el aplicarlo en dos tiempos, y si te has quedado “corto” de dosis, retocar a la semana. Respetar siempre el plazo mínimo de seis meses entre aplicaciones para que el tratamiento no pierda efectividad.

Esperamos veros nuevamente por aquí.

Un cordial saludo.